La Casa de La Oliva data de 1850 y es una construcción singular que forma parte de lo que en el pueblo llaman las casas colgadas por estar ubicadas sobre un macizo de piedra caliza. Es por eso que a Auñón lo llaman también "la pequeña Cuenca". Está situada en lo que en su día fue la milla de oro del pueblo: la calle Postigo, donde se ubicaban varias de las almazaras de la zona. El aceite ha sido y sigue siendo una de las señas de identidad de Auñón. En su restauración hemos procurado conservar todos los elementos típicos de las construcciones manchegas que dan personalidad y calidez, como son las vigas de madera del techo, el pilón de piedra que hemos aprovechado en la cocina o la forja de ventanas y balcones, aunque sin descuidar los elementos de confort de una vivienda actual como es la calefacción y el agua caliente mediante una caldera de biomasa o el wifi. Está además equipada con todo lo necesario para hacer cómoda vuestra estancia: placa de inducción, nevera, microondas, lavavajillas, lavadora, cafetera de cápsulas, plancha, secadores de pelo y menaje.

Dormitorios

Salones y cocina
No fumar
Wi-Fi gratuito
Smart-TV
Toallas
Información turística
Terraza
Barbacoa
Con niños
Se admiten mascotas
Vistas a la montaña
Menaje
Placa de inducción
Plancha
Calefacción de Biomasa
Secador en cada habitación
Terraza con paisajes
Estancias con vistas
Camas supletorias
Establecimiento ecológico
Cuna
Lugares de interés cercanos
Baño individual en cada habitación
Gel hidro alcohólico